Por: Dante García
La puerta de los tres leones estuvo por años necesitada de un héroe que volara estéticamente por los aires, entonces apareció Joe Hart, arquero de 27 años que se ha ganado el respeto del mundo sobre el césped del Etihad Stadium; los empastados ingleses han sido fieles testigos del progreso de un hombre que hoy resguarda la meta británica, pero que vive ahora mismo su segunda aventura mundialista.
Luego de años de incertidumbre, el equipo de la rosa puede estar tranquilo al saber que su puerta está bien resguardada por el bicampeón de la Premier League. Con sus 196 centímetros de estatura se ha convertido en el gigante que Inglaterra necesitaba para afianzar un equipo poderoso en cada línea, que resistirá los embates enemigos y defenderá con el corazón el arco nacional.
Tras un duelo entre el Manchester City y el Manchester United, Wayne Rooney, máximo ícono de la selección inglesa, felicitó a Joseph John Hart, asegurando que se trataba del mejor guardameta del orbe. Peter Shilton fue el último ícono de la meta británica, se retiró en 1997 y desde entonces no se habló de referentes o superhéroes que salvaran a Inglaterra de los disparos a puerta.
Lejos de perder los estribos por compartir el vestidor con las máximas figuras del balón, Joe Hart se mantiene anclado a tierra firme, al menos cuando está fuera del césped. El guardameta del City asegura que la clave del éxito es el trabajo diario y asegura que no es un ser extraordinario; respeta la profesión de futbolista como cualquier otra y mantiene un perfil bajo hasta que los espectaculares lances se lo permiten. No se puede ser discreto ante una atajada monumental.
Ahora tiene como reto atajarle todo a un tridente endemoniado. La misión en turno es mantener la puerta en ceros haciendo frente a Edinson Cavani, Diego Forlán y Luis Suárez; sabe que no está sólo ante dicha encomienda, pero tendrá que fungir como comandante en jefe para evitar descuidos ante una tropa letal que sabrá aprovechar toda oportunidad para alargar su permanencia en Brasil. El talento de Hart es indiduable, pero ahora más que nunca tendrá que sacar la casta en honor a los tres leones que lleva bordados en el pecho.