Cuando era pequeño Douglas Pereira soñaba con ser futbolista. En ese entonces, como todo niño, lo veía difícil. Sin embargo, su perseverancia lo llevó a ser profesional. Debutó con Goiás en 2009, pasó por el Sao Paulo y llegó en 2014 al Barcelona. Un sueño para un chaval de 24 años.
Firmó por cinco años, pero sólo jugó en la Copa del Rey. Fue criticado. Los que lo veían como un posible sustituto de Dani Alves se marcharon decepcionados y el brasileño pasó a préstamo al Sporting de Gijón, con la esperanza de recuperar el nivel que atrajo en un principio a los culés.
En una entrevista para El Comercio de Gijón, Douglas se dio el tiempo para hablar de su etapa en el Barcelona, club del que no tiene muy buenos recuerdos.
Ya que estás arriba, lo complicado es mantenerse. Y el lateral brasileño ha tenido que soportar también los rumores que le inventa la prensa, como en una ocasión en que dijeron que estaba lesionado cuando no lo estaba:
“Estuvo muy mal. Fue una sobrecarga y un masaje. Al día siguiente estaba entrenando y pusieron que estaba lesionado. No lo estaba. Son detalles que me dejan triste”. Un panorama muy negro para un jugador que pintaba para mucho y que se ha ido diluyendo conforme pasa el tiempo.