Por Eduardo Quintero
Este sábado, Cruz Azul tendrá en sus manos su boleto a la Liguilla. Enfrente tendrá a un Veracruz que llega dolido tras su mal paso en el torneo. Aunque en el papel, el Azul no tendría ningún problema de llevarse los tres puntos, no hay que olvidar los fantasmas que lo atormentan cada torneo.
ESTADÍSTICAS EN CONTRA
En sus últimos cinco partidos contra el Veracruz no tiene una racha favorable. Apenas suma una un triunfo contra dos empates y dos derrotas. En el torneo pasado -último enfrentamiento entre los dos- en el Luis Pirata Fuente el Tibu sacó la victoria 3 a 1.
Para echarle otra piedrita al jarrito, Cruz Azul no hila una racha de dos victorias desde el Apertura 2015, cuando era dirigido por Sergio Bueno.
LA ESPERANZA DE TODA UNA AFICIÓN
Pese a todo y como ya es costumbre, la afición no deja de creer en su equipo. Confían en que el equipo sacará la victoria que los meta a la Liguilla para dejar atrás la mala racha de seis torneos consecutivos sin entrar a ella.
Se vive probablemente la mayor cantidad de nerviosismo en lo que va del torneo. Con el Cruz Azul eso ya es decir mucho. Dejar de ser el bufón, vengarse de toda crítica y responder como un equipo grande, está en sus manos.