Cristiano Ronaldo muestra signos de cansancio, de distanciamiento del Real Madrid. Por momentos parece no divertirse como lo hacía antaño. El entendimiento que logró con Ancelotti no lo había encontrado a lo largo de su carrera y con Benítez parece por momentos hablar otro idioma futbolístico.
Ausencia al margen de la cúpula blanca en la presentación de su película, Ronaldo no cesa de mostrar ese descontento. Sus ambiguas declaraciones en las que dice lo que el periodista y su potencial mercado quiere escuchar. En España se muestra cauto, pero no así cuando le preguntan por su eventual regreso a la Premier, con el United de su maestro Ferguson.
Con Benítez parece claro que no se entiende. El portugués ya no lo ocultó en Sevilla. Hubo un gesto que en un principio parecía dirigido hacia Sergio Ramos, pero no, el destinatario era el entrenador, que se empeñó en meter al equipo atrás tras el gol inicial del capitán blanco.
Benítez creyó que lo mejor era atrincherar a sus jugadores alrededor de Casilla y eso no le sentó nada bien a un Ronaldo que cada día juega más en punta y en solitario. No parece sentirse cómodo en esa posición. Le falta algo, pero sobre todo acompañamiento a la hora de atacar y poder explotar esa velocidad que por momentos parece haber perdido.
Ronaldo tiene claro que solo continuará en el Real Madrid en el caso de sentirse feliz, es decir, cómo estaba com Ancelotti en el banquillo. Esa opción está descartada, pero lo que no lo está es que algún día pueda volver a compartir vestuario con el italiano. Y a día de hoy la única opción posible parece ser en un eventual regreso al United, promesa que hizo a Ferguson y que a día de hoy parece posible. Y todo porque Ronaldo no se siente dichoso en el Real Madrid, en el defensivo Real Madrid de Benítez.
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