Chicharito sufre. Sus primeros días como madridista pintaban en color de rosa, pero la realidad dice que apenas cuenta para Ancelotti. Quince minutos en los últimos cinco partidos es todo lo que el mexicano ha estado sobre el terreno de juego. El punta no esperaba algo así y la decepción empieza a cundir en el ex del Manchester United.
Su aparición como titular en diferentes partidos, especialmente el día del Levante en el que fue un activo fundamental en la victoria del Real Madrid, hizo pensar en un rol distinto al que realmente tiene. Chicharito ha encajado en el grupo, pero la ausencia de oportunidades le está relegando a un papel secundario.
Si nada cambia, el internacional mexicano será titular el martes en Copa del Rey en el partido de vuelta frente al Cornellá, con todo decidido y en el que no hay nada en juego, tal y como dejó patente el uno a cuatro de la ida. En la cabeza de Chicharito no estaba lo de jugar tan pocos minutos. La situación no es nueva para él, pero esperaba más.
El delantero no baja los brazos. Es su máxima en la vida y en el fútbol, pero no oculta la decepción que siente. La escena del pasado miércoles en Basilea en la que calentó durante toda la segunda mitad sin recompensa alguna, ha minado un tanto la moral del delantero. No la esperaba.
Ancelotti le ha intentado hacer ver que su papel sigue siendo importante y que tendrá minutos, pero el mexicano esperaba algo más, al menos formar parte de una rotación en la que no parece entrar.
Florentino Pérez y el resto de dirigentes del club están felices con Chicharito. No tienen problema alguno con el jugador y dejan en Ancelotti la responsabilidad de que juegue o no. Nadie por el Bernabéu piensa en un cambio ni en nada parecido. Confianza en el delantero.