Una vez más, los aficionados y los pilotos de la Fórmula 1 están atentos a todo lo que está ocurriendo en Canadá, pues podría perjudicarlos una vez más. Es que, así como pasó con el GP de Emilia-Romagna, aquí podría pasar algo similar.

Parece que los factores climáticos en el mundo están peor que nunca. Es que, con el verano a la vuelta de la esquina, comenzaron los calores en el Hemisferio Norte y Canadá los está sufriendo en demasía.

Es que, durante las últimas semanas, las olas de calor en el país más nórdico del continente han generado cerca de 150 incendios forestales en todo el país. Lamentablemente, muchos de ellos han sido cerca de Quebec, estado en el que se encuentra Montreal.

Por los incendios, la calidad de aire ha disminuido notablemente e incluso ha llegado a afectar a los Estados Unidos, en donde se han quejado por la baja visibilidad y las dificultades respiratorias que se generaron, lo que claramente molestaría a los pilotos que corran el Circuito Gilles Villeneuve.

Una temporada accidentada para la Fórmula 1

Aunque todavía no se ha confirmado si el GP de Canadá se suspenderá, sería el tercer premio en hacerlo. Es que, debido a las restricciones por el COVID-19 y el mal clima, el GP de China y de Emilia-Romagna respectivamente se han cancelado.

Si Canadá se llegara a cancelar, los corredores de la Fórmula 1 volverán a sus monoplazas recién el 2 de julio, cuando se reencuentren en Austria para una de las últimas cuatro carreras de la primera mitad de la temporada. ¿Qué ocurrirá?