El Camp Nou pudo cambiar de nombre el verano pasado. La cosa es que cuando todo estuvo a nada de cerrarse, un pequeño pedido de los azulgranas acabó con todas las negociaciones.
Mediapro (grupo audiovisual español) le ofreció 300 millones de euros a la directiva culé para que por 20 años el estadio del Barça se conociera de otra forma. La cosa es que todo terminó cuando Bartomeu le pidió al fundador de los ofertantes, Jaume Roures, que retiraran la demanda contra el expresi blaugrana Sandro Rosell, quien está en prisión preventiva desde mayo de 2017, acusado de espionaje industrial.
La justificación de los culés sobre su pedido era que lo hacían por sentido común e identidad. No quieren negociar y tener problemas legales con el mismo ente al mismo tiempo. Aunque se dice que esa no es el único motivo por el que se canceló todo, el club también quería el dinero en efectivo y para Mediapro era complicado.
Según el equipo, tienen negociaciones abiertas con otras compañías, pero por ahora no hay nada concreto. Roures cree que todo se acabó por la demanda que tiene contra Rosell. 300 melones no le hubieran caído nada mal al club, pero prefirieron intentar salvar a su expresidente.
Mediapro ofreció 300 millones para dar nombre al Camp Nou. El Barça le exigió que retirara la demanda contra Rosell. La operación se frustró. Lo cuenta @rbesac https://t.co/7l2ApALI9T
PUBLICIDAD— EL PAÍS Deportes (@elpais_deportes) October 25, 2018