Por Víctor Yahir Cruz
El día de ayer, Rafa Márquez se despidió del Estadio Jalisco; el lugar que vio nacer a uno de los mejores futbolistas mexicanos de la historia, ya sea por su calidad, liderazgo, o por su perfecta trayectoria, la cual incluye experiencia en Europa, el sueño de cualquier jugador mexa. Pero ¿qué fue lo que provocó que Rafita llegara al otro lado del charco tan joven?
Resulta que en 1999, apenas con 20 años, Márquez ya había llamado la atención de todos por su talento y por encabezar al Atlas de los Niños Héroes (los llamaban así porque los jugadores del equipo eran muy chamacos) a jugar la final del torneo de verano de ese año contra Toluca, cosa que hizo que Manuel Lapuente se lo llevara a la Copa América de ese año con la Selección Mexicana.
México fue tercer lugar del torneo y el Káiser de Zamora, junto a Claudio Suárez, formaron la muralla que ayudó al equipo a llegar hasta ahí, tal calidad mostró Rafita, que unos visores del Mónaco que anduvieron en la Copa, se fijaron en él gracias a la recomendación del Loco Bielsa, el técnico que lo descubrió en una visoría que hizo con Atlas.
Después de eso, el Mónaco finalmente se animó a comprar al que en aquel entonces era la promesa mexicana más emocionante, y de ahí ocurrió la historia que ya todos conocemos y podemos resumir en cinco palabras: Rafa la rompió en Europa.