Soñaban con el tricampeonato Sub 17. Volvieron a casa con un cuarto lugar. Nigeria y Bélgica truncaron el sueño. Igual no creen que sea un fracaso. Ni el entrenador ni los futbolistas. México acabó por tercera vez consecutiva (cuarta en los últimos diez años) entre los cuatro primeros lugares del Mundial.
“El objetivo personal no llegó, era ser campeón y posterior a ello pues ni siquiera el tercer lugar. No lo considero fracaso porque los objetivos al principio del proceso en el 2014 estaban marcados de esa manera”, aseguró Mario Arteaga, responsable del barco tricolor a su regreso del torneo disputado en Chile.
Igual no se conforma. Confiesa que en la sede del campeonato hubo felicitaciones. “Esto no es bueno, lo bueno en mi país es ser campeón o subcampeón”, respondía.
Admite las falencias. “Golpe anímico” contra Nigeria y “desconcentración” frente a Bélgica. En el duelo por el tercer lugar el Tri perdió con un gran gol en tiempo de concentración.
Abraham Romero, el portero titular, defiende a sus compañeros: “hace dos semanas nadie nos conocía y llegamos a ser cuartos del mundo, no creo que sea un fracaso eso”.
Su situación no es sencilla. Hoy no tiene equipo. Le faltan ofertas en México y en la MLS se le acabó su contrato. Sólo le queda entrenar y esperar que todo mejore.
Diego Cortés marcó uno de los mejores goles del certamen. Se quitó a varios nigerianos pasando la media cancha y “a lo Maradona” mandó el balón a la red. Él es humilde. “Imitaciones de Messi, Maradona, pero yo creo que es algo mío. No hay que imitar a nadie”, considera. Igual cree que si en lugar de mexicano él fuera argentino el tanto pudo dar la vuelta al mundo.