Apasionado de la lucha libre, Ali bin Al Hussein tuvo que renunciar a su sueño de figurar en el deporte profesional que amaba. Ser hijo de Husein bin Talal, Rey de Jordania durante 47 años, le aseguraba un puesto en la política de su país y terminaba con la idea de militar en la lucha profesional.
Su nombre tomó fuerza en los últimos meses cuando anunció su intención de presidir a la FIFA, dando inicio a la batalla de desafiar a Joseph Blatter, actual Presidente de la FIFA, y dictador del organismo por más de 17 años, mismo que se ha beneficiado de influencias y favores a lo largo de su mandato.
La turbulencia en los tres últimos días han puesto en predicamentos la continuidad de Blatter. El arresto a siete altos mandos de la organización por sobornos, corrupción y blanqueo de dinero generan un nuevo panorama para el nuevo adversario de Sepp.
La vida de Al Hussein no fue fácil. Con apenas dos años, la reina Alia, tercera esposa Husein, perdió la vida en un accidente de avión. Fue ahí que comenzó una enseñanza estricta en todo sentido. Formado en las academias más prestigiosas del Reino Unido y los Estados Unidos, como es habitual en las familias reales árabes, terminó graduándose con honores de la Universidad de Salisbury en 1993.
Durante su estancia en la Gran Bretaña, y como es habitual, Al Hussein formó parte de la Real Academia Militar Sandhurst, posteriormente se integró la Guardia Real del Rey Hussein bin Talal hasta el día de su muerte. Con el deceso de su padre, la vida del príncipe tomó un nuevo rumbo. En 1999, fue nombrado Presidente de la Federación Jordana de Futbol, fundando la Federación del Asía Occidental, integrándola el 2 de junio de 2011 a FIFA, posteriormente, realizó el levantamiento de la prohibición a las chicas de jugar con el hijab o velo islámico, una decisión ha permitido aumentar el número de niñas que juegan a fútbol en los países musulmanes, comenzando así una nueva época para el futbol en el continente asiático.
El príncipe jordano de 39 años se valió de la dimisión de Michael van Praag, presidente de la federación holandesa, y Luis Figo, ex jugador portugués, de sus candidaturas para las elecciones con el único objetivo de derrocar al actual Presidente de la FIFA. Sin embargo, no fue así. La elección tuvo que irse a segunda vuelta después de no alcanzar los 138 votos, aunque minutos después Al Hussein anunció que se retiraba de la contienda dándole cuatro años de mandato a Blatter.