Santi Giménez sigue rompiéndola en Europa con el Feyenoord, y hoy una vez más nos dio un pretexto para gritar ¡GOOOOL! Después de que le diera el pase a su equipo a Semifinales de la Copa de Países Bajos.

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Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas para el goleador. Así lo dejó ver su famoso padre, el Chaco Giménez en una charla con Javier Alarcón. 

¿Qué le pasó a Santi Giménez? 

Pues resulta que, según lo revelado por el famoso exjugador, Santi comenzó a presentar algunas bronquitas a los 17 años, pues le detectaron coágulos en la sangre. 

Y no se necesita ser doctor para saber que esto pudo derivar en una tremenda trombosis y ocasionarle múltiples problemas, incluyendo la muerte o la parálisis completa de su cuerpo. 

Su caso fue muy similar al que hace poco presentó Nico Castillo, exdelantero de América y Pumas UNAM. Y afortunadamente, fue intervenido en tiempo y forma, lo que le ayudó a volver a su vida normal. 

“Estaba en riesgo su salud, estaba en riesgo su vida. No fue fácil. Creo que la determinación de él, tener en la mente la fortaleza que tenía él. Yo le decía: ´A mí ya no me importa si juegas o no juegas al futbol´. Él me respondía que quería jugar, pues no le importaba otra cosa” 

CHACO GIMÉNEZ

El Chaco estuvo a punto de las lágrimas cuando relató cómo vivió él y su esposa esta noticia, pues al final, Santi era su primogénito. Y como cualquier papá, sus hijos le duelen, sea el que sea. 

“No lo tomamos con tranquilidad, estábamos preocupados. Lo detectaron a tiempo, y las tres operaciones que tuvo Santiago fueron con éxito. La primera operación había mejorado solo un 20% su estado, pero no podría jugar (al futbol), no podría hacer actividad física. Su vida ya estaba a salvo, pero podría haber sangrados internos”. 

CHACO GIMÉNEZ

Según lo relatado por el exjugador de Cruz Azul, posteriormente tuvo dos cirugías más hasta que por fin quedó perfecto para volver a las canchas, pero tuvo que pasar un año para lograrlo. 

La vena que tanta lata le dio se restauró en un 70%, pues según el Chaco, no se puede al 100%, pero con eso el doctor le dio el alta para seguir jugando. 

“Gracias a Dios los trombos no fueron al pulmón o a la cabeza, porque habría sido otra historia”. 

CHACO GIMÉNEZ