Sólo una tragedia impedirá que el Napoli vuelva a conquistar el Scudetto 33 años después del segundo que ganó con Diego Maradona.

Y es que el equipo del Chucky Lozano aventaja 13 puntos al Lazio, segundo lugar, cuando restan nueve jornadas para que concluya la Serie A.

¿Por qué el Napoli del Chucky Lozano vive momentos de tensión?

Sin embargo, el Napoli vive momentos de tensión, debido a una contraposición de ideas entre el presidente Aurelio De Laurentiis y los fanáticos “de siempre” por las políticas comerciales del club.

Y es que los ultras se quejan del alto costo de los boletos y el reglamento en el estadio que impide la entrada de tambores y pancartas en las gradas.

Ante esto los ultras decidieron quedarse en silencio durante el partido contra el Milan como señal de protesta.

Spalletti amenaza con renunciar

El técnico Luciano Spalletti calificó dicha actitud de “absurda”, incluso amenazó con renunciar si estos hinchas continuaban “haciendo prisionero al equipo” en el partido de vuelta de cuartos de la Champions, el próximo martes ante el Milan tras perder 1-0 en la ida.

Fue el último episodio del conflicto que opone a los aficionados tradicionales con De Laurentiis, que salvó al club de la ruina en 2004, llevándolo de la tercera categoría al título virtual de campeón italiano en menos de 20 años.

“Culturalmente, De Laurentiis siempre ha sido un extranjero en Nápoles. Nunca ha estado bien visto, ni por los hinchas ni por una gran parte de la ciudad”, explicó Massimiliano Gallo, que dirige la web de hinchas Il Napolista.

“En Nápoles hay una especie de religión que cree que la ciudad es un Dios a la que hay que venerar, De Laurentiis abofeteó a los napolitanos tomando su bien para hacer negocios”.

‘El juguete familiar’ “Este Scudetto es totalmente diferente a los ganados con Maradona. Esto ha pasado a ser más ‘milanista’, el resultado de una planificación… El club ha dado una lección de gestión a Milán y a Turín”.

La filosofía capitalista de De Laurentiis le ha valido el sobrenombre del ‘proxeneta’: los hinchas levantaron la voz por los 90 euros (99 dólares) que cuesta la entrada más barata para el duelo del martes ante el Milan.