¡Todo esfuerzo tiene su recompensa! En estos momentos, el presente de Chucky Lozano es increíble. Con el Napoli logró ser el primer mexicano en levantar el título de la Serie A, aparte de echarle la mano al equipo de levantar el Scudetto después de 33 años.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas, porque en 2019, que nuestro Muñeco Diabólico la pasó muy mal en su llegada al Napoli.
Recordemos que en su momento, el que lo llevó a Nápoles fue Ancelotti, y en sus primeros partidos, lo jugaba todo, y lo hacía muy bien.
Chucky Lozano sufrió con la salida de Ancelotti
Pero a Carletto me lo cepillaron y con eso las oportunidades de mi Chucky se fueron desvaneciendo. Mi muchacho la pasó mal y en una entrevista para TUDN admitió que llegaba a su casa a llorar.
“En ese año que llegó Gattuso fue muy complicado para mí porque no jugaba, no me estaban tomando en cuenta. Muchas veces lloré porque era una desesperación, pero trabajé mucho, seguí, pensando en querer jugar y gracias a Dios el siguiente torneo fue muy diferente”
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En el torneo de pandemia, Gatusso se traía en friega a mi Chucky, al no ver gente, se escuchaba como Genaro gritaba como loco su nombre. Sabía que era un jugador determinante y le ayudó mucho a perfeccionar su posición.
Ahora todo es felicidad
Después de esos torneos irregulares, de la mano de Spalletti encontró la constancia y aunque no tuvo números estratosféricos como Osimhen o la sensación Kvaratskhelia, mi Chucky aportó mucho al equipo.
“Ayudé al equipo de diferentes formas porque así me lo pidieron, así lo traté de manejar para llegar al objetivo. Eso es lo principal, trabajar y estar disponible para el equipo. Ahora me tocó generar las jugadas, no ser el foco de atención, pero creo que hice un gran trabajo”
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No sabemos cuál será el futuro de Lozano, muchos lo ponen fuera del club, pero por cómo vimos las celebraciones del campeonato, vimos cómo los aficionados aman al mexa. Admitió que él se quiere quedar en Nápoles, pero a veces el futuro no está en sus manos.
