En un partido con muy pocas acciones, Pumas y Tijuana empataron sin goles, el equipo de Rafa Puente la sufrió de más gracias a la expulsión del Palermo Ortiz. Con mucho esfuerzo y sacrificio los 10 universitarios se rifaron para mantener la portería en cero.

Al primer tiempo no le pasaba nada, daba la impresión de que, por más que fuera pasto sintético, el bote de la cancha no ayudaba a ninguno de los dos equipos. Era un partido ríspido y que no podían tener el control de a pelota.

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El juego se le complicó a Rafa Puente cuando Arturo Ortiz fue a una pelota a media altura con el pie muy arriba, el árbitro estaba muy cerca, y sin dudarlo le sacó la roja al Palermo. Uno de los mejores centrales del equipo dejaba a sus compañeros con 10 hombres. A la siguiente jugada, Tijuana mandó un fierrazo al palo.

Sosa se vistió de héroe en el segundo tiempo

Como era de esperarse, Rafa Puente ajustó a sus jugadores para tener solidez defensiva, aunque tuvieran que sacrificar un poco las llegadas en ataque. Dinenno y Diogo intentaban hacer daño como podían, pero poco pudieron hacer.

Una de las jugadas más peligrosas la tuvo Castañeda con un disparo de media distancia, Sebastián Sosa se mandó un atajadón para salvar al poderoso Rafa Pointer, que con uno menos, era doble el esfuerzo.

Pumas lo intentó con un disparo lejano de Dinenno, y ahí en el fondo estaba Toño Rodríguez con un buen manotazo, con muy poco, Universidad.

Pumas sacó un empate trabajado

Por todo el contexto del juego, el empate no le vino mal a Pumas. Las preocupaciones van a venir para la siguiente jornada, que no contará de momento con Freire y Salvio por lesión y sin su otro central titular, el Palermo por la roja.

Lo rescatable del juego, el partidazo que se mandó Alek Álvarez, corrió por toda la banda izquierda y se empeñó muy bien en defensa y cuando pudo descolgó como el mismísimo Marcelo cuando se iba en ataque.