El Rose Bowl de California fue testigo de un golazo de Julián Quiñones que dejó a la multitud boquiabierta en el clásico América vs Chivas.

Mientras los narradores de TUDN estaban revisando la repetición de una jugada de peligro de Chivas, de repente, el estadio estalló en júbilo.

Y es que Julián Quiñones, con su habilidad magistral, disparó al ángulo desde fuera del área, conectando un pase impecable de Salvador Reyes por la izquierda. El número 33 de las Águilas demostró su destreza al controlar la pelota en el aire y ejecutar una definición extraordinaria que quedará grabada en la memoria de todos los aficionados americanistas.

Doblete de Julián Quiñones

En la segunda mitad, el América persistió con determinación, superando completamente a unas Chivas abrumadas durante todo el partido.

Julián Quiñones, conocido por su capacidad demoledora en momentos cruciales, anotó su segundo gol, asegurando la victoria con un marcador final de 2-0.

En el minuto 54, Bruce El-Mesmari, quien ingresó de cambio, mandó un centro preciso que Quiñones cabeceó para marcar su segundo gol de la noche.

De esta manera, las Águilas consiguieron otra victoria sobre el Rebaño, después del 4-0 obtenido unas semanas atrás en el Apertura 2023. Lo notable es que esta vez lo lograron con la mayoría de suplentes en el equipo, mientras que Chivas puso en juego a su mejor formación disponible, pero aún así no pudo hacer frente a su rival jurado.

El partido se detuvo por cohetones y conatos de bronca en las gradas

El partido se interrumpió debido a la presencia de cohetes y disturbios en las gradas del Rose Bowl, donde se congregaron más de 90 mil aficionados para presenciar el emocionante enfrentamiento entre los dos equipos más populares de México.

Hacia el minuto 82 del partido, las barras de ambos equipos, situadas en los laterales del estadio, comenzaron a lanzar cohetes con los colores distintivos de sus respectivos equipos. Este acto coordinado generó una densa nube de humo que obstruyó la visión en el campo, obligando al árbitro a detener el juego.

Después de algunos minutos, el partido pudo reanudarse, pero el árbitro, consciente del riesgo de más lanzamientos de cohetes, decidió no reponer el tiempo perdido.