Dani Alves llegó a los Pumas como ese refuerzo brutal que lo pondría en la lucha por la soñada “octava”. La llegada de Dani a CU fue todo un acontecimiento tremendo en la Liga MX. Lo que significaba traer al jugador más ganador de la historia del futbol no era poca cosa. Pero desgraciadamente las cosas no le salieron ni a Pumas ni a mi Dani.
Una de las personas que más convivió y sufrió con él fue Andrés Lillini, quien fuera su “profe”. Y según contó en entrevista para ESPN, Dani tenía un dolor terrible al ver que los Pumas nada más no levantaban en el torneo. La neta es que el semestre fue una pesadilla para los universitarios y mi Dani no pudo hacer nada para evitarlo.
“Él venía hablando mucho conmigo, no hablábamos del Mundial, estaba muy dolido por no ganar, no estaba acostumbrado a estas cosas y me decía que me quedara tranquilo porque lo vamos a sacar adelante”
PUBLICIDADAndrés Lillini
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Mi Dani Alves nunca se rindió
Pero, aunque veía que los dioses del futbol no lo ayudaban ni a él ni a los Pumas, mi Dani no se rendía y trataba de hacer todo lo que estuviera en sus manos, y sus mágicos pies, para revertir la situación.
“Hizo muchas cosas por el grupo y no pudimos torcer la situación de los resultados, pero se sentía muy mal e hizo un esfuerzo grande. Cuando las cosas no salen, las inercias es mejor romperlas de una vez, porque si no, perjudicas a mucha gente y no hay que perjudicar al futbolista”
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Eso sí, lo que vino a hacer Dani a Pumas era no perder ritmo y jugar constantemente para poder meterse en la lista final de Brasil para el Mundial, y lo logró. Pero sí se vio frustrado al ver que las cosas no salían en el Pedregal.
“Vino a Pumas a cumplir un objetivo, ha jugado. Lo ha hecho bien, contrario a los que dicen cualquier barbaridad. Contento por él porque tiene una edad que podría estar en su casa, pero sigue compitiendo, se enoja, quiere estar y el premio le llegó que es otro Mundial más”
