El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, no ha salido de una cuando ya apareció en otra; el jerarca espaol acapara todos los titulares de los medios deportivos y no precisamente por el trofeo de campeonas que obtuvo la selección femenina el domingo anterior.
Desde el domingo y hasta la fecha, Rubiales ha sido el centro de la atención y de la polémica a nivel mundial por diversas acciones que distan mucho de lo que ocurre dentro de un terreno de juego, sus comportamientos luego del cetro femenil son razón de discusión en este mometo.
Uno a uno los yerros del jerarca español
El primer acontecimiento que lo puso en aprietos fue el más visible de todos, en el acto de premiación donde las jugadoras españolas reciben las medallas como campeonas, Rubiales se encontraba en la tarima y al pasar Jenni Hermoso, el jerarca la tomó efusivamente de la cara y la beso en la boca sin pensarlo y sin consentimiento de la jugadora.
Pero por si eso fuese poco, antes de la ceremonia de celbración, mientras se jugaba la final del Mundial Femenil, Rubiales se encontraba en el paco más importante del etadio en Sydney, acompañado por Ganni Infantino, presidente de FIFA, también estaba presente la Reina de España y su hija.
Pues esto no impidió que al momento del gol, el jerarca celebrara como si no hubiese un mañana, de forma muy efusiva agarrándose los genitales en medio del bullicio de la gente tras la anotación. Lamentable e increíble.
En medio de tanta algarabía, Rubiales decidió hacer y publicar un video donde se refiere a lo ocurrido y se disculpa por las situaciones que han generado molestias, problemas y polémica, pero justo aquí viene el tercero de su seguidilla de errores.
Según el medio de comunicación “Revelo”, Rubiales le habría rogado a la jugadora de apellido Hermoso aparecer junto a él en el video de la disculpa, como para hacer un mejor efecto en la opinión pública, sin embargo, esta no aceptó.
Este medio también dio a conocer que la jugadora nunca supo ni estuvo de acuerdo en que el jerarca la tomara de su cabeza para besarla y menos tuvo su consentimiento, situación que ha agravado más las cosas.
La cabeza de Rubiales al frente del órgano federativo español empieza correr peligro y parece no ir en buena dirección.