La historia de Phil Mulryne es una de las más sorprendentes del futbol internacional. Es que tras jugar en equipos como Manchester United, decidió retirarse a temprana edad para convertirse en sacerdote.
La carrera de un futbolista puede tener distintos imprevistos que lo obliguen a retirarse aún siendo joven. Pero en otras ocasiones, es por elección propia para continuar su vida en otros caminos.
El sueño de ser futbolista y jugar en Manchester United
Como cualquier niño aficionado al futbol, Phil Mulryne soñaba con convertirse en jugador profesional. Con apenas 16 años, se marchó de su país, Irlanda del Norte, para ir en busca de su sueño a Inglaterra.
El joven desembarcó en el Manchester United, para integrarse a las fuerzas básicas del club. En su posición de mediapunta, rápidamente llamó la atención con sus buenas actuaciones.
Tales fueron sus destacados desempeños dentro del campo de juego, que fue la figura del equipo juvenil de los Red Devils que ganó la FA Youth Cup 1995. Esto provocó no solo la atención de los aficionados, sino también de Sir Alex Ferguson.

El escocés era el entrenador del primer equipo del Manchester United en aquel momento, y fue él quien lo hizo debutar en primera. Sin embargo, con una plantilla repleta de estrellas, apenas disputó 5 partidos y se marchó al Norwich City, club en el que jugó casi 200 partidos.
Lugo su destino estuvo en Cardiff, Leyton Orient y King’s Lynn, para decidir retirarse a los 31 años. A partir de allí, su vida cambió para siempre al dedicarse a la religión.
Phil Mulryne y su camino en la religión
Al retirase del futbol a los 31 años, Phil Mulryne decidió dedicar su vida a la religión, siendo un hombre de fe. Sus ideales lo llevaron a transitar este camino hasta convertirse en sacerdote en 2017.
Pese a llevar una nueva vida, Mulryne no olvida su paso como futbolista. En un evento organizado por la academia del Manchester United, bromeó al decir, “Tengo un superior en el monasterio al que le respondo como si fuera un DT, un entrenador“. Además agregó que, “Haber estado aquí fue un sueño hecho realidad, tuve una carrera fantástica”.
Por último, el hoy sacerdote, destacó el orgullo que siente al haber sido un jugador de los Red Devils, “Mi padre fue un gran fanático del Manchester United, crecí escuchando sobre George Best, como muchos jugadores de Irlanda del Norte. Llegar con 16 años, jugar en el primer equipo fue algo increíble”.