En un giro dramático de eventos, las Chivas han pasado de llenar aeropuertos con multitudes de aficionados a tener que entrar por la puerta trasera de su hotel, lejos de los reflectores y la atención pública. Este cambio abrupto se produce después de dos derrotas humillantes por un marcador de 0-3 ante Cruz Azul y América.

Hace apenas unos días, el Rebaño Sagrado fue recibido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por miles de fanáticos extasiados, celebrando su inminente encuentro con La Máquina por el Clausura 2024. Sin embargo, el contraste actual es abrumador. Después de las dos palizas consecutivas, la afición ha mostrado su disgusto de la manera más contundente: con un silencio ensordecedor.

Un recibimiento lúgubre

A su llegada al hotel de concentración antes del partido de vuelta de los Octavos de Final de la Copa de Campeones Concacaf 2024 ante el América, no hubo ni un solo aficionado para recibirlos. El autobús que transportaba al equipo del criticado Fernando Gago ingresó por la puerta trasera en un ambiente lúgubre, sin fanfarrias ni vítores.

La cachetada con guante blanco

Esta reacción de la afición es una “cachetada con guante blanco” al Guadalajara. Después de todo, son los fieles seguidores quienes llenan los estadios, compran las camisetas y los abonos de temporada. Su ausencia es un claro mensaje de disgusto por los recientes resultados decepcionantes del club tapatío.

El futuro incierto de Chivas

Aunque algunas barras han convocado a una “serenata” para esta noche, el panorama para el Guadalajara es incierto. Con la llave prácticamente resuelta después de la paliza en la ida, el partido de vuelta pareciera un mero trámite. Pero la pregunta que queda en el aire es: ¿podrá el Rebaño Sagrado recuperar el favor de su afición o se enfrentará a una temporada de desilusión y desencanto?