Descubre la historia de Santos Álvarez y Ana María Barragán, los padres del aclamado boxeador mexicano, y cómo su origen y dedicación moldearon el camino del Canelo hacia el estrellato.

Santos Álvarez y Ana María Barragán, los cimientos de un campeón

Saúl “Canelo” Álvarez, nacido el 18 de julio de 1990 en Guadalajara, Jalisco, es sin duda una de las figuras más prominentes del boxeo mundial. Pero detrás de este campeón hay dos pilares fundamentales: sus padres, Santos Álvarez y Ana María Barragán. Originarios de Michoacán, esta pareja conformó una familia de clase media en Jalisco, donde Santos se dedicó a la agricultura.

El trabajo arduo y la dedicación son valores que el Canelo ha llevado consigo a lo largo de su carrera, y no es difícil ver de dónde provienen. Santos, siendo agricultor, enfrentó los desafíos diarios de trabajar la tierra, inculcando en su hijo la importancia de la perseverancia y el esfuerzo constante.

Por otro lado, Ana María, con su amor y cuidado, aseguró que su familia siempre estuviera unida y apoyándose mutuamente.

El divorcio de los padres del Canelo Álvarez

A pesar de las adversidades, como el divorcio de sus padres cuando Saúl tenía 15 años, la familia siempre priorizó la educación y los valores. Santos, aunque permitía que su hijo entrenara boxeo dos horas al día, insistía en que no descuidara sus responsabilidades.

Por su parte, Ana María, siempre cercana y protectora, no dudaba en alzar la voz si consideraba que su hijo no estaba siendo tratado justamente en el ring.

Los hermanos Álvarez, unidos por el boxeo

El amor por el boxeo no es exclusivo del Canelo. De los ocho hijos de la familia Álvarez, todos, excepto Ana Elda, la única mujer, han subido al ring en algún momento. Ellos son  Ricardo “Dinamita”, Gonzalo “El León”, Rigoberto “El Español”, Daniel “El Conde”, Víctor “El Matador”, Ramón “El inocente.

Aunque solo Ramón y Saúl continúan activos en el deporte, la pasión por el boxeo es un lazo que une a esta familia.