Chicharito volvió a tener la misión de salvar al Real Madrid, pero su aparición no tuvo idéntico resultado a la de sus últimos partidos. El mexicano salió para reactivar a los madridistas y casi lo consigue en su primera aparición, pero a partir de ese momento su aportación decayó, aunque nunca se puso en duda su entrega y entusiasmo, tal y como ha demostrado desde que se puso la blanca.
Pisó el césped poco después del ingenuo penalti cometido por Carvajal y lo hizo con la idea de equilibrar un partido que se puso negro para los intereses blancos, anoche negros. Ancelotti sabe que está en forma, que el mexicano es ahora pura dinamita y tiró de él como primer recambio aunque en esta ocasión la fiesta no fue competa.
El Real Madrid pareció menospreciar la Juve cuando la tuvo contra las cuerdas en la primera parte y lo terminó pagando. Los madridistas se sintieron mejores, con más fútbol, pero la energía y la determinación fueron los argumentos utilizados por el cuadro italiano para poner contra las cuerdas al Real Madrid en la búsqueda de la undécima Copa de Europa.
La salida en tromba dejó sin sentido a los de Ancelotti con el experimento de Ramos otra vez en la medular. “No fue mi mejor día. He fallado y me voy jodido. No está todo perdido, pero no hemos jugado bien y yo soy el primero”, sentenció el ahora centrocampista en un gesto que le señala como líder del grupo al poco de terminar el choque.
Todos, Chicharito a la cabeza, confían en dar la vuelta en el Bernabéu, pero la pena es que la buena parte final de los primeros cuarenta y cinco minutos no valiera de nada. El larguero de James confundió a los madridistas, que se creían ya ganadores y con un pie en Berlín.
No contaban con Tévez y su pillería, el acierto de Morata o las ganas de todos los que vistieron de blanco y negro. Todo abierto para la vuelta. El 2-1 da ventaja a la Juve, que para Marcelo ha pasado a ser “la favorita para estar en Berlín”.