Por: Thomas Goubin (periodista francés residente en Guadalajara desde 2010)
El Paris delante del Barcelona. Lo que era un sueño guajiro hace apenas tres años es, hoy, la alentadora realidad para el club de la capital francesa. Líder de su grupo de Champions con un punto de ventaja, el PSG terminará primero si no pierde este martes en el Camp Nou ante la banda de Messi. No se trata de ciencia-ficción, aunque lo puede parecer a los aficionados que sufrieron los años de vacas flacas del París.
Desde su compra por Qatar Sports Investment en 2011, el PSG entró en una nueva dimensión.
Así, estos dos últimos años, el Paris se enfrentó tres veces al Barcelona y todavía no perdió ni un partido, aunque fue eliminado por los catalanes en los cuartos de la penúltima edición de la Champions (2-2, 1-1). En el último mes de septiembre, el PSG regaló una inmensa alegría a sus aficionados ganando en el Parque de los Príncipes ante el equipo de Messi (3-2). Una victoria obtenida sin la presencia del gigantesco Zlatan, que podía hacer soñar en grande. Por lo tanto, ¿se puede considerar al PSG como un candidato legítimo para ganar la más prestigiosa competencia europea ?
Con el dinero qatarí se construyó un plantel de primer nivel. Llegaron al Paris Ibrahimovic, Thiago Silva, Edinson Cavani, Thiago Motta, o Ezequiel Lavezzi. También en el fútbol, el conjunto parisino se puso de moda. Superpotencia en Francia, ganó dos títulos de la Ligue 1 de manera seguida (2013 y 2014), lo que nunca había hecho en su historia, y empezó a dar batalla en la Champions. Pero no se brinca tan fácilmente de los éxitos nacionales a los internacionales.
Se dice que Nasser El-Khelaifi, el presidente del PSG, no quiso más a Carlo Ancelotti porque no había conseguido ganar la Champions. Ante las críticas, el entrenador italiano prefirió irse en 2013 y terminó por ganar la Orejona con el Real Madrid, lo que ya había hecho dos veces con el Milan AC. Habitualmente moderado, Ancelotti nunca se ahorra una plancha hacia “Nasser” para dejar bien claro que el qatarí no entiende nada de futbol. En su palmarés europeo, el PSG solo tiene una Recopa (1996), pero eso no les importa a los de Qatar. Para ellos, la victoria en Champions debería llegar tan rápido como se construyen las torres gigantes en Doha.
El año pasado, el PSG ya se veía en las semifinales después de haber ganado 3-1 al Chelsea en la ida de los cuartos, pero pecó de ingenuidad y los Blues de Mourinho castigaron a los hombres de Laurent Blanc (2-0). La Champions es una dama de caché que no se ofrece al primer nuevo rico. Lo embarazoso para el PSG en modo emiratí : la historia no se compra.
Es una ley no escrita : la Champions hace pagar una cuota a menudo elevada a sus nuevos pretendientes. Así, el Manchester City, otra posesión emiratí, todavía no ha alcanzado los octavos de final a pesar de ser uno de los clubes más prósperos del mundo. Antes, al Chelsea, otro nuevo rico del siglo XXI le costó alzar la Orejona habiendo hecho grandes campañas. Por fin, se construyó su historia a base de batallas épicas, y después de haber vivido suficientes desilusiones, terminó por ganar en 2012 el tan deseado trofeo al final de una temporada en que seguramente no era el mejor, pero su roce europeo fue su gran aliado.
¿El Paris ya terminó su aprendizaje ? Sería prematuro afirmarlo, pero lo cierto es que no se le podría apartar de la lucha para la Champions si termina su fase de grupos como líder. No es tan consistente y brillante como el Bayern, no es tan enfocado y luchador como él Atlético, no tiene tanto talento como el Real Madrid, y Laurent Blanc no tiene las credenciales de Mourinho, Guardiola, o Ancelotti, pero el PSG sabe alzar su nivel cuando suena el gran himno del futbol europeo. Por el momento, el Paris, solamente segundo en la Ligue 1 detrás el fenomenal Marseille de Marcelo Bielsa, está delante del Barcelona en la Champions. Antes del último partido, ya está calificado para los octavos. Es su nueva normalidad. Pero a los de Qatar no les basta, sueñan con que la Orejona se haga realidad.