Por: Marco Malvido
La liguilla se quedó pronto sin su caballo negro. El segundo criterio de desempate, la posición en la tabla, le negó a Jaguares el acceso a semifinales por novena vez en su historia.
No hay nada para reprochar al rival vencido por el Toluca. Por el contrario, a los Jaguares versión Apertura 2014 habrá que agradecerles su amor propio, su organización colectiva y las agallas para pelear todo el semestre con planteles teóricamente más capaces.
El portero Óscar Jiménez dejó de ser un desconocido. Javier Muñoz Mustafa y Horacio Cervantes revivieron sus carreras. ‘El Chaca’ Rodríguez se destapó como uno de los tres mejores laterales por derecha nacidos en México. Diego de la Torre se mantuvo como uno de los cerebros más funcionales de la Liga MX. Armenteros fue una grata revelación, al igual que Bruno Pires. Incluso al ‘Rifle’ Andrade se le vieron destellos.
Alejado del bullicio del centro del país, Sergio Bueno se reivindicó como estratega. Ya el torneo anterior le había jugado sucio al dejarlo fuera de la liguilla en la última jornada, pero esta vez se encargó de ocupar un lugar que ni el bicampeón, ni Querétaro con Ronaldinho, ni Cruz Azul, ni Chivas, supieron ocupar.
Jaguares demostró que la voluntad le puede competir a la nómina. No fue superado por Toluca a lo largo de los 180 minutos, pero faltó un poco de fortuna para dar el paso que históricamente se le ha negado a la franquicia chiapaneca, llegar a una semifinal.
Hasta pronto Jaguares. Ha sido un torneo muy Bueno.