Por: Raúl Garrido
Con intensidad, actitud y ganas de Liguilla salió Pumas a la cancha del Olímpico Universitario. De inmediato el equipo tomó la pelota pese a llevarse un susto apenas al minuto uno de juego, cuando Cándido Ramírez, exuniversitario, remató desviado un balón en el área chica. El equipo de Memo Vázquez salió con un 4-2-3-1 que a la ofensiva se vuelve 4-2-4 y a la defensiva se replega con un 4-4-2.
Los laterales de Monterrey, Juárez y Velarde, no suben tanto debido a la presión de Dante López y Javier Cortés. Ambos extremos que a la ofensiva son peligrosísimos, así fue como Dante marcó el primer gol apenas con cinco minutos en el reloj cuando le robó un balón a Efraín Juárez y le rompió la cintura a Stefan Medina antes de poner el balón pegado al poste.
Cinco minutos después Cabrera hizo un golazo desde tres cuartos de cancha. Ismael Sosa desperdició lo que pudo ser el tercero de Pumas. Por cierto, el argentino comenzó la temporada peleando por un puesto en la banda con Cortés, pero al final le ganó el puesto al Hachita Ludueña jugando como media punta detrás del delantero con mayor movilidad y soltura. Posición que tampoco es la suya ya que es un 9 nato.
Dicen que gol fallado se convierte en gol encajado. Así fue y Rayados recortó. Dos minutos después en una jugada llena de rebotes, Herrera volvió a poner ventaja de dos goles. Esa ventaja que Pumas tuvo contra Tigres y contra Chiapas que en los últimos 10 minutos perdió. Sosa falló una y otra vez intentando desesperadamente marcar su gol, que no llegaba, cuando bien pudo asistir a sus compañeros.
El partido se pudo poner 4 o 5-1 fácilmente, pero los errores del argentino no lo permitieron y al final del primer tiempo cobraron factura. Una gran jugada de Cándido Ramírez por la banda izquierda recortó el marcador nuevamente para los de la Sultana del Norte, zurdazo raso y gol. Pumas se iba al descanso con la ventaja de un gol y no de dos o más como se pudo ir.
La intensidad no se perdió al comenzar el segundo tiempo, sino todo lo contrario. Rayados fue por el empate y Pumas se lanzó al ataque para sellar su pase a la Liguilla, los del norte tuvieron un tiro de esquina que se convirtió en un contragolpe casi perfecto comandado por Dante López que casi dribla a dos defensas dentro del área. El intento fue desactivado por la defensa del Monterrey.
A los 60 minutos se fue Martín Romagnoli por Daniel “el Hachita” Ludueña, el cambio venía con mensaje incluido de Memo Vázquez: “ganar o ganar”. No servía otro resultado. La sustitución obligó al equipo a moverse en la cancha, Sosa dejó la media punta para Ludueña y pasó a la banda derecha. Cortés dejó la banda para ayudar en la recuperación a David Cabrera, el parado siguió siendo 4-2-3-1.
Enseguida llegó el tanto de la tranquilidad universitaria. Dante López desbordó por izquierda y Efraín Juárez lo bajó tras ser superado por el paraguayo. La falta la cobró “el Hachita”, quien buscó un centro a primer poste, la barrera se abrió y Pacheco abrió las manos para detener el balón. Penal. Desde los 11 pasos marcó Eduardo Herrera su segundo tanto del partido que calmó al Olímpico Universitario.
Pumas ganó su primer partido en casa durante este Apertura '14, pero lo hizo con autoridad, siendo intenso todo el partido y buscando la portería rival los 90 minutos. Ciudad Universitaria fue una fiesta, Pumas está en la Liguilla y jugará contra el América, el odiado rival, el líder general. Si los de Memo Vázquez juegan así contra los de Coapa, la fiesta en el Olímpico Universitario se prolongará hasta el campeonato.