Por Jorge Rockdriguez
Cantar el “Cielito Lindo”, terminar con unas chelas encima después del partido o sufrir juntos por su equipo, son solo algunos momentos que muestran que el futbol y la amistad van de la mano como Cristiano y los penales. Aquí están las experiencias más mágicas que seguro has compartido con tu mejor amigo.
El Cielito Lindo Mundial Sub-17, Pachuca, Hidalgo, 2011, Cuartos de Final. México vs Francia
” Teníamos 16 años, era la primera vez que veíamos a la Selección, si ok, no era la mayor, pero una Selección estaba en cuartos de un Mundial, no vez eso seguido. Llegamos tarde debido al trafico que existía, la ansiedad por entrar me comía.
Entramos cuando el partido ya iba 1-1, nuestros corazones latían al máximo de emoción, queríamos gritar un gol pero el portero francés se las arreglaba para evitarlo. Llegamos tarde y aun así ya estábamos afónicos acabando el primer tiempo, en el segundo caería el gol de Carlos Fierro, gritamos como locos, nos abrazamos y la grada comenzó: ¡Hay, Hay, Hay, Canta y no llores!. La piel se nos puso chinita y aun afónicos terminamos el partido cantando a todo pulmón. México paso a semis ese día. “
Nos Expulsaron del Estadio
“Era un partido sin importancia, nuestro equipo ya había quedado eliminado de liguilla, ya no se peleaba nada, pero era un buen pretexto para pasar un buen rato y tomarnos unas cervezas. Habían contratado a Vicente Sanchez, quien se fue de aquí siendo un genio y mi Ame lo repatrio, esa temporada como casi todas en esos años, fue paupérrima y nosotros estábamos molestos con el. Ya con dos cervezas encima, comenzamos a gritarle cuanto improperio nos supiéramos desde primera fila adonde ellos estaban calentando. Jamas sabre si nos escucho y se quejo con seguridad, pero lo que si supe, esque a mi amigo y a mi, nos escoltaron los polis a las afueras del Estadio por alterar el orden. “
Concachampions 2014
” Mi mejor amigo no le va al Cruz Azul, le va a las Chivas, pero eso no le impidió ir conmigo a aquella final del 2014, cuando mi Azul vencería a sus fantasmas en Toluca. Nuestros lugares no eran tan buenos, pero el hervor se sentía, yo estaba muy nervioso y mi amigo me calmaba, recordándome que un año antes ya se había ganado la Copa y que Teofilo ya no estaba en el equipo. El primer tiempo fue increíble, el Azul anoto y con eso obligaba a los Diablos a hacer dos. El segundo tiempo fue completamente rojo, el Toluca ataco con todo lo que tenia y Corona se rifaba como grande, Amaranto Perea entraría lesionado para detener al Pájaro Benitez y mi corazón se tranquilizaría un poco. Hasta que…Tena haría entrar al troncazo de Cervantes. Fueron los peores minutos de mi vida, angustiado, gritaba, me jalaba los cabellos, me tapaba los ojos, y mi amigo me calmaba y alentaba al equipo conmigo. Cervantes casi provoca nuestra desfortuna en la ultima jugada, pero el destino, ese que siempre se nos voltea, estuvo de nuestro lado y Benitez la voló. El Azul era Campeón. Llore como un niño, grite, me emocione, todo sin ser gay, en los brazos de mi mejor amigo, ese que le va a las Chivas, pero entiende el amor a mi Azul.”
El futbol te predispone siempre a la felicidad, pero el futbol sin amigos, no seria futbol.
Para mi mejor amigo Mario, quien a pesar de no compartir los mismos colores ha llorado y emocionado conmigo.