Por Diego Torres
Mientras en la Liga MX Femenil existe la polémica si los equipos de mujeres deben ser obligatorios o no, desde España, el Barcelona pone el ejemplo de cómo debe administrarse y las condiciones que debe tener un representativo femenino.
No siempre fue así, un par de años atrás las jugadoras culés alistaban sus uniformes, preparaban su bebidas y nadie les prestaba la atención debida, pero todo eso cambió. Ahora reciben un desayuno elaborado por una dietista, entrenan a plena luz del día -no como los otros equipos que deben esperar a la noche que termina la práctica de hombres-, tienen todo un cuerpo técnico encabezado por Lluís Cortés, junto a un entrenador de porteras y dos preparadores físicos.
Lo que para ellas y para todas debería ser normal, para otros equipos es sólo una utopía. El Barça fue el primer equipo en hacer profesionales a sus jugadoras, ahora tiene entre sus filas a Licke Martens, mejor jugadora en 2017 o a Alexis Putellas, pichichi de esta temporada y quien comparte un mural junto a los cracks masculinos.
El Barcelona es un ejemplo del lema estampado en su jersey, son “més que un club“, son una familia. Si quieres leer más de esta historia, da click aquí.