La llegada del Cruz Azul al Azteca ha provocado comparaciones entre aficiones. Los de la Máquina dicen que sus rivales nunca lo llenarán como torneos anteriores. Nosotros creemos que el Ame debe hacer ciertas cosas para hacer respetar su casa.
Tener un jugador sobresaliente
Sería un ingrediente adicional ver cómo desparrama talento alguno de sus muchachos. En tiempos recientes no hay alguno que logre destacarse, un verdadero crack es capaz de hacer que se llene un estadio. Ya veremos si Roger Martínez puede ser el iluminado.
Regularidad
Con Miguel Herrera no existe seguridad en Coapa, pueden dar un partido “bueno” y a la siguiente semana ser bailado. Esa irregularidad provoca que los Ames no crean de verdad en su equipo.
Jugar bien
El futbol es un espectáculo y cuando se compra un boleto todos queremos ver eso en la cancha. Aunque al América le vaya mal, si se ve que se muere en la raya seguramente nadie se bajaría del barco. Con juegos sin idea como contra Necaxa nadie puede esperar que al aficionado le den ganas de sentarse para echarse un partido de los del Piojo. ¡Mejor invertir en una tarde de cine!
Jugadores cerca de la afición
Al cuestionarlos sobre su desempeño en la cancha únicamente se han ganado que los jugadores les respondan con frases en redes sociales de que no hay apoyo. Si se acercaran para escuchar a quienes de verdad sienten el americanismo desde la cuna, automáticamente se daría ese clic para comprometerse a comprar su boleto y hacer sentir quién es el dueño del Azteca.
Listos para el inicio ?????? pic.twitter.com/lSLKePLN45
PUBLICIDAD— Oribe Peralta (@OribePeralta) July 21, 2018
Comportarse como equipo grande
Han presumido que lo son al pasar de los años, pero cada que los vemos con reclamos a los árbitros por cualquier cosa parecen de club chiquitito. También se tiran por cualquier contacto o arman un drama vergonzoso, cof, cof, Paul Aguilar. Cuando apliquen eso de la grandeza, su gente irá al estadio orgullosa de la playera que trae puesta.