Previo al partido por el pase a la semifinal, Ibrahimovic se quiso ver vivo y le apostó a David esperanzado a que la selección sueca eliminara a Inglaterra.
La mala noticia es que la suerte no jugó a favor de Zlatan en esta ocasión, pues con goles de Maguire y Alli, los leones aniquilaran 2-0 a Suecia.
Ahora, la figura del Galaxy, tendrá que cumplirle a su amigo y asistir a un partido en Wembley, con el jersey inglés puesto y comer pescado frito con papas en el medio tiempo. ¡Ni hablar juanáticos… A pagar se ha dicho!