Por Alejandro Miranda
Lo que todos temíamos terminó por cumplirse. Para mala suerte del Tri se confirmó la primera baja del barco mundialista; Néstor Araujo no alcanzó a recuperarse de su lesión por lo que verá el Mundial desde casa.
Se veía venir desde que no estuvo en la final contra Toluca, se le recomendó ser sincero con Osorio y así fue. Una vez más el futbol hizo de las suyas, aplicó una injusticia de aquellas difíciles de creer. México no sólo perderá a un jugador, sino todo lo que aportaba al equipo.
1. Seguridad
Nunca le dio frío arriesgar el físico o salir expulsado. Siempre llegó a motivar a todos, les metía ánimos cuando todo parecía perdido. Sin importarle el nombre del rival, él iba por igual, siempre pensando en el recuperar el balón.
2. QUÍMICA
Se carece de esto en nuestro equipo, pero parecía que al fin se había encontrado. Es algo como en el FIFA, se va del 11 titular y hace perder el link verde o la comunicación con el team. La seguridad que había mostrado con Moreno, Layún y el resto de jugadores va a pesar porque al sustituto le costará adaptarse.
3. Fortaleza
De por sí hasta nuestro entrenador nos trata de chaparros y debiluchos, Araujo era una excepción. Siempre imponía miedo y mucha fuerza en la zona defensiva, corpulencia para quitar a los rivales y sobre todo tenía altura para no achicarse.
4. Un futuro líder
Se pierden ganas de ir al ataque, agarrar confianza y apoyar al equipo arriba cuando la cosa se pone fea. Néstor siempre se rifó para subir al ataque y bajar cuando era necesario. Un auténtico líder para el equipo, gritaba y arriesgaba todo como al momento de su lesión.
5. ilusión
Va de la mano con la química del equipo, pero el muchacho junto a sus compañeros habían construido una nube de inmensos deseos, cada quien aportó su granito de arena, lo malo es que esa caída afecta a todo el grupo porque les faltará ese toque único.