Por Nardo Záizar
Ingresó de cambio con el partido prácticamente liquidado 4-1 en favor del City. Poco o nada podía hacer Javier Hernández para revertir la situación en 25 minutos. En primera porque los Citizens no le prestaron el balón a nadie, y en segunda porque los Hammers estaban más preocupados de no recibir goles que de anotarlos.
Pero llamó la atención Chicharito con su conducta displicente, algo ajeno a sus características. El mexa nos ha acostumbrado a verle pelear toda pelota, o por lo menos a morder con presión a las defensas rivales. Contra el equipo de Guardiola fue todo lo contrario.
Cierto, no había mucho por hacer para pensar en una remontada, pero de eso a que caminara sin intención de preocupar al adversario es algo fuera de lo común en un jugador como el Guisante tricolor. ¿Por qué lo habrá hecho?
La única respuesta cercana a la sensatez sería que así quiso manifestar su descontento por no ser titular, sobre todo por tener a un entrenador que sigue sin confiar en él y lo mandó a la cancha ya con la losa del resultado encima.
Donde quedo el ímpetu del Chicharito?? @SanCadilla pic.twitter.com/UfRYdTjzzT
— Lobo (@Lobito128) April 29, 2018