Por Miguel Alejandro Reina
En nuestro inconsciente futbolero de alegrías y decepciones existe un nombre que con solo escucharlo nos remite a un estado de nervios incontrolables, a un sentimiento de ira y ansiedad profunda; unas ganas de aventar la chela y gritar “¡No más, por favor! ¡Otro gol, no!”. Eso que ni con veinte sesiones de coaching nos va a dejar tranquilos es: SANTA CLARA.
Así es, la razón es porque ahí, en esa región de California, nuestros corazones sufrieron 7 golpes mortales por cada gol que la selección chilena le recetó al Tri en aquella funesta noche. Siete veces tuvimos que sentir el escalofrío al ver a Paco Memo ir a buscar el balón dentro de sus redes y siete veces… siete lo perdonamos.
Por eso, aquí les dejamos la 7 razones por las cuales Santa Clara no le cae nada bien a los mexicanos:
1.- La espera y el gasto
Porque si hay algo que a nuestros paisanos avecindados en el país del norte ilusiona y alimenta el sentido de pertenencia, es ver jugar a su selección nacional. Por eso, cuando se enuncia un juego del Tri, es momento de ahorrar para pagar los boletos del estadio, aunque estos se los dejen caer en un ojito de la cara y signifique quitarle un cachito a la remesa que mes con mes se manda a la familia. Todo sea por ver los héroes modernos de la patria: Chicharito, Chuky, Guradado… lamentablemente nunca han podido salvar al pueblo mexicano.
2.- México para Chile y…
Porque México no ha podido anotarle un solo gol a Chile en Santa Clara en un par de juegos disputados y ellos nos clavaron 7 ¡Nada más no se nos da el gol ahí!
3.- ILUSIONES ROTAS
Porque en aquella primera Copa América Centenario, esperábamos que por jugarse en suelo norteamericano, que es lo mismo que jugar de local para el Tri, mínimo alcanzaríamos a quedar entre los primeros tres del continente; otros pensábamos que teníamos equipo para salir campeón y bueno, conocemos la historia. ¡Ni Argentina pudo!
4.- La historia nos condena
Porque si nos remontamos a la historia, Santa Clara, fue escenario de una de las batallas más sangrientas entre las fuerzas mexicanas y las gringas en aquella intervención estadounidense de 1847; desde entonces, ya se presagiaban eventos trágicos por venir en ese rincón californiano tan especial.
5.- Del Dous a cerou, al siete a cero
Porque si ya de por si tuvimos que aguantar vara con los gringos y su dos a cero durante varios años, hasta que que aquel gol de nuestro Rafita se encargó de ponerle fin a sus burlas en las elimintorias pasadas. Mucho me temo que este siete a cero perdurará varios años antes de que pueda llegar el desquite, así que si tienen amigos chilenos, más vale que se armen de paciencia; esa sinergia negativa puede recorrer Santa Clara.
6.- Se hizo la carnita asada
Porque aquella vez lo preparaste todo, invitaste a los compas, cancelaste la reunión familiar en casa de tu novia, pusiste a enfriar las caguamas desde temprano, compraste el carbón, la carne y cuando apenas estabas prendiendo el asador, la selección ya iba perdiendo tres a cero. ¿Todos tiramos la sal en la mesa o qué pasó ahí?
7.- chile no fue molero
Ya, ya sabemos; partido que México anuncia en Estados Unidos… ¡Molero! ¿Pero qué tal aquella vez? Chile era nada más el flamante campeón de América. La afición ya estaba acostumbrada a ver como Chicharito anotaba uno más a su cuenta en un intrascendente juego pero no, esta vez, como los paisanos en el estadio, topamos, no solo pared… ¡Un muro de contención!
Este viernes, el Tri regresa al lugar de los hechos, donde todavía se escuchan los ecos de las risas y festejos de Alexis, Vidal, Puch y compañía. Esta vez, el rival es Islandia y la oportunidad de reivindicarse ante su afición es inmejorable; esperemos pues, que la selección nos vaya dando señales que ilusionen con hacer un Mundial digno, pero sobre todo, que le brinde una alegría los paisanos que seguramente, a pesar del mal recuerdo, harán un entradón en el Levis Stadium, pues si el futbol es una religión como lo aseguran muchos, siete veces… siete habremos de perdonar.