Por Nardo Záizar
Después del empate sin goles contra Tigres, Matías Almeyda habló en serio. El Pelado no se guardó nada. Con ese manejo de lenguaje de caballero que posee, el entrenador de Chivas fue contundente.
Primero le repartió palabras a la prensa deportiva, a la que señaló de mantenerlo en juicio constante desde que llegó a México. Lo ejemplificó con el análisis de su rostro. Ah, y es que todo se derivó por el tema de las opiniones sobre sus expresiones durante la presentación de Francisco Gabriel de Anda como director deportivo del club.
Acto seguido, Matías aceptó que su equipo ha estado desorganizado en algunas áreas, por lo que ve con buenos ojos que De Anda llegue a echarle la mano. Ojo, que al mismo tiempo lanzó una papita al fuego al decir que no sabía que había que abrazarse (con Paco Gabriel) para mandar una señal de alegría.
Por último, el tío Almeyda aventó una papita más. De plano dijo que “nunca se trajeron 10 jugadores, y tampoco necesitamos 10 jugadores”. Pero de todos modos, según él, está contento.
Querían que hablara, ¿no? Ahí lo tienen. El buen Matías siempre da la cara.