Por Leo Salazar
Al lugar en que resido, Patrick Loliger vino a impartir una clínica de Stand Up Paddle, una disciplina habitual de práctica en la Riviera Maya. ¿Quién es él? Atleta olímpico mexicano en la especialidad de Remo. Es un deportista que nos ha representado en Beijing 2008 y Londres 2012, así como en Juegos Panamericanos. Sí, se han de preguntar qué tiene que ver eso con futbol. Se los cuento.
Lean su apellido. ¿Les suena? A mí tampoco. Si lo pronuncian se escucha todo, menos paisano. No es un Pérez, un González o un López como nosotros, pero sí lleva nopal y picante en el habla. Cierto, su nombre tiene matiz extranjero, y detrás de ese sello distintivo de su persona hay una historia futbolera.
Descendiente de familia paterna suiza, Patrick es nieto de Louis Loliger, leyenda del FC Basel (Basilea). De hecho, su tío Ernst también lo es. Ambos parientes del atleta fueron jugadores del equipo en aquellas épocas en que Champions League era exclusiva de reflectores para las grandes potencias a nivel de clubes. Hoy día la historia distinta y quizá por eso, Patrick comparte con más emoción que lleva sangre pambolera en sus venas.
Si algún día pisan o deciden visitar el césped de St. Jakob Park busquen las placas con los nombres de Louis y Ernst en la tienda oficial del estadio. Están considerados en la memoria histórica de los jugadores más importantes del club suizo.
Patrick quiso probarse en el mundo del balón. No era ni es lo suyo. Su cuerpo y su pasión estaban y están hechos para remar. Eso sí, lleva en el alma al futbol, sobre todo al Basel. Es probable que sea el único mexicano que apoye con todo corazón al equipo suizo en la presente edición de Champions League. Por los Loliger, ¡que gane Basel!