Por Rubén Ramos Martínez
A lo largo de nuestra vida futbolera hemos visto muchas lesiones que nos estremecen, como ejemplo la vez que rompieron al Temo en el Estadio Azteca. La pregunta sería ¿Que pasará por la mente del que provoca la lesión? Hoy vimos un caso desgarrador, aunque fue accidental, Salomón Rondón del West Bromwich, rompió a James McCarthy.
Fue una jugada futbolera de esas que vemos varias veces, el remate a gol del delantero es impedido por la intervención providencial del defensa. De primera la vimos normal aplaudiendo la intervención del defensor, pero las reacciones de Rondón y el portero de Everton fueron la señal de que algo malo había pasado.
McCarthy ya no se levantó, tenía rota la tibia y el peroné, de lo peor que le puede pasar a un futbolista. El venezolano Salomón estaba entre lágrimas, inconsolable al ver la magnitud del golpe que sin querer se había generado. Probablemente, y aunque en el fondo sabe que no tuvo la culpa, tendrá ese remordimiento que dejará intranquilo.
Así es el futbol, a veces te juega malas pasadas como en este partido, le deseamos una pronta recuperación a James McCarthy. Para Rondón, ojalá supere el shock por lo vivido el día de hoy y de todo en la cancha, esa será una gran manera de honrar lo hecho por su compañero de profesión.