Resulta que en el partido entre Manchester United y WestHam, el árbitro Jonathan Moss amonestó a Paul Pogba por aventarse un clavado. Esta decisión no gustó para nada a Mou, quien pateó una botella y fue expulsado por su comportamiento.
Sin embargo, la cosa no quedó ahí. Aparte de la suspensión de un partido, el portugués tuvo que pagar una multa de 16 mil libras.
La razón de esto, según reveló la Football Association (FA), es que “su manera tan agresiva de patear la botella pudo haber puesto en peligro a la gente que lo rodeaba en ese momento, fuera esa su intención o no”. ¡Ay, José!