Parece que vestir cualquier cosa amarilla hace que la gente pierda el piso o enloquezca. Así parece haber ocurrido con el buen Nacho Ambriz, quien ya dejó muy atrás aquella época de jugador aguerrido para dar paso a un personaje muy a lo América.
En primer lugar, el entrenador americanista dio las gracias a la prensa, pues ahora siente que ya robó las portadas a Juan Gabriel (en paz descanse) y al mismísimo Quique Plagiomitesis…
Pero si pensaban que esta ironía era algo normal, esperen a leer la siguiente joya…
Wow. Un tiempo dirigiendo al América y Nacho ya siente que puede compararse con una deidad…. ¿es neta? O tal vez la presión ya lo haga alucinar y ya hasta ve a seres divinos.
Lo peor es que el entrenador no se detuvo ahí, pues considera que las críticas, más que deberse a su trabajo, se derivan de que él es… Nacho Ambriz.
Ah, qué Nachito. A pesar de que insistes que estás trabajando con humildad, algo de eso ya se perdió en este tiempo. Famoso, comparado con los dioses y blanco de las críticas sólo por ser tú…
Pero bueno… por lo menos tienes el respaldo de tus jugadores. Moisés Muñoz, uno de tus fieles escuderos, fue el primero en defender tu trabajo al afirmar que el América es un equipo al que pueden tambalear, “pero no nos vamos a caer“. Seguro será así… el Ame está tambaleante pero con los pies bien puestos en el suelo.