Nunca en la historia de los Juegos Olímpicos de la era moderna la Gran Bretaña había logrado conseguir una medalla de oro en la gimnasia artística, en ninguna de sus modalidades hasta el día de hoy en el que Max Whitlock logró la hazaña.
Y no fue sólo una, sino que tanto en las pruebas de piso y en el caballo con arzones en el que se valoró su rutina en 15.966 puntos; Louis Hamilton también de su país consiguió la medalla de plata en esa misma competencia.
Ya llovió desde la última ocasión en la que un gimnasta consiguiera un doblete caballo-suelo, el gimnasta húngaro Istvan Pelle en 1932 y el chino Li Ning en 1984 lo hicieron en los juegos que se hicieron en Los Ángeles.