Dicen que cualquier ocasión es buena para festejar; y luego de ganarle 2-0 a Japón, a Neymar se le ocurrió alquilar una casa en Alphaville, uno de los barrios más lujosos de Brasil, y organizar la fiesta con todos sus compañeritos.
Rogerio Micale, entrenador de la Selección Olímpica brasileña, decidió darle un día de descanso a sus jugadores, esperando que no se pusieran ebrios previo a los Juegos Olímpicos, y ¡qué creen! que el futbolista del Barcelona no desaprovechó la oportunidad.
Tal parece que todos quieren ser como Marquito Fabián…
¡Nos hubiera invitado!