Cristian Campestrini es un arquero cabalero, creyente. Su fe la tiene en la Virgen María del Rosario de San Nicolás. Le gusta poner su imagen en la portería antes de cada partido. Ante Pumas el árbitro no se lo permitió. Él tratará de que no suceda en otros partidos.
Sabe que no puede hacer eso. El reglamento se lo impide. Ya tiene una solución. “Seguiré llevando mi Virgen a cada partido y tendré que dejarla en el vestidor. No tengo nada que decir, simplemente queda respetar”, confiesa al Diario Récord.
El arquero del Puebla cuenta que desde los 15 años realiza la cábala. Entiende que no podrá continuar con el ritual. Su creencia seguirá intacta. Venerará la imagen en privado.