Era un jueves 17 de junio de 2010. México enfrentaba a Francia en fase de grupos del Mundial de Sudáfrica en busca de conseguir su pase a la siguiente ronda. Corría el minuto 55. El partido estaba empatado sin goles, y Aguirre preparaba su segundo movimiento de la noche. Javier Hernández se quitó la casaca y entró por Efraín Juárez para sumar más gente al ataque. Con apenas ocho minutos en el campo, Chicharito abrió el marcador tras un gran pase de Rafa Márquez a la espalda de los defensas.
Desde aquel momento, Hernández se catapultó como uno de los futbolistas más mediáticos a nivel selección, siendo su imagen una de las más demandadas por los sponsors del Tri, junto con la de Guillermo Ochoa, de acuerdo con un reporte de Sports Marketing. El día de ayer, durante el partido amistoso frente a Honduras, Chicharito sufrió una fractura de clavícula que posiblemente lo dejará fuera de la Copa Oro, algo que es un duro golpe para los patrocinadores.
De acuerdo con información de la revista Forbes, la imagen del futbolista mexicano ingresa el 72% del total de las ganancias por publicidad del combinado azteca, cobrando 1.2 millones de dólares por comercial realizado. La figura del número 14 de la Selección Mexicana es promovida por 15 patrocinadores oficiales, que destinan en conjunto 170 millones de dólares para aparecer en el jersey del Tri.
El poder mediático de Chicharito en América del Norte y algunas partes de Europa no es un secreto a voces, pues durante su primer año con el Manchester United, la playera de Javier fue la cuarta más vendida en la Premier League sólo detrás de la de Rooney, Torres y Gerard.