Por: Ángel Armando Castellanos / @aranha_azul
Tigres lo está logrando. El éxito en la cancha suele tener historias detrás del escritorio. Ricardo Ferretti y Alejandro Rodríguez podrían estar escribiendo uno de los relatos más ganadores en la historia del futbol mexicano. Ambos han hecho su trabajo de muy buena manera. Ambos esperan por el resultado.
Alejandro dio el golpe en Cancún y Ricardo sonrió como el manager que ve a su boxeador noquear al rival. El directivo consiguió a la joya del Draft. No le importó dejar a Jürgen Damm sin fichar por Europa. Él quería que su técnico y su afición sonrieran. Lo logró. En América, Pachuca, Cruz Azul y Guadalajara reclaman a sus directivos. En Monterrey los aclaman.
La Copa Libertadores y la posibilidad que da para inscribir a nuevos futbolistas a partir de las semifinales es una generosa invitación a la inversión. Un equipo muy bueno -como los felinos- podría mejorar aún más gracias a sus movimientos de escritorio.
La alegría puede ir más allá. El siguiente paso de Rodríguez se llama André-Pierre Gignac. Como buen ejecutivo del balón, lo negó todo. Como buen visionario dio la sorpresa. La promesa de darle un plantel de sobra competitivo a Ferretti ha sido cumplida.
Lo de Damm no sólo es una inversión a nivel deportivo. Podría serlo a nivel económico. Veámoslo de esta manera. Tiene los reflectores europeos sobre él y sólo 22 años. Un partido bien jugado del torneo y su situación mejorará increíblemente. Su carta, que hasta su llegada a Tigres costaba alrededor de 10 millones de dólares podría aumentar de manera considerable su valor.
Más allá del dinero, su corta edad invita a pensar que su tope deportivo aún no ha llegado. Los de la Autónoma de Nuevo León han pensado a largo plazo con su contratación. Más que una Copa Libertadores podría darles muchos y muy buenos torneos.
Lo de Gignac es una apuesta a corto plazo, con tintes mercadológicos agradables. A sus 29 años el margen de mejora que tiene no es tan alto. El buen momento que vive podría ser garantía de éxito inmediato. Los goles -que no han abundado con Sobis, Joffre Guerrón y Esqueda- son su principal carta de presentación.
Si además de a Damm, Uche y a Gignac, Tigres logra contratar a más y mejores futbolistas, habrá motivos para que sus rivales en el torneo continental tiemblen. En la Liga, desde hace varios torneos son un candidato permanente por lo menos a llegar a la liguilla. La siguiente misión se llama Copa Libertadores. Hasta el momento, la empresa ha sido bien llevada. Sólo el futuro dirá qué tanto tarda en llegar la gloria.