Joseph Blatter sonríe. Ha ganado por quinta ocasión la oportunidad de seguir al frente de la FIFA en medio de un escándalo. La elección tuvo que irse a segunda vuelta después de que ambos no alcanzaran los 138 puntos: 73 votos para Ali bin Al Hussein por 133 de Sepp.
Sin embargo, antes de iniciar el segundo proceso, Ali subió al estrado para renunciar a la contienda y felicitar a Blatter por la victoria. “Estaré al mando de FIFA y haré que todo esto retome su curso”, declaró tras el decline del príncipe jordano.
“El príncipe Ali fue un gran contendiente pero ahora, yo soy el presidente, el presidente de todos”, sentenció, al tiempo que dejaba ver su felicidad por el hecho. El semblante de Sepp evolucionó durante toda la elección; pasó de la preocupación hasta las carcajadas. El plan salió de acuerdo a lo trazado y no hubo sorpresa.
“Me gusta mi trabajo. No soy perfecto, nadie lo es, pero podemos hacer un buen trabajo juntos. Les agradezco por la confianza. La mala conducta no tiene cabida en el futbol y nos aseguraremos de que los que participan en ella se pongan fuera del juego”, finalizó.