Xavi Hernández no pudo contener la emoción por conseguir su octava liga como jugador del Barcelona. Con lágrimas en los ojos corrió a abrazar a sus compañero de equipo por el esfuerzo hecho en toda la temporada. El Motorcito de Terrassa, como lo apodan, sabe que el fin de su ciclo como jugador azulgrana está cada vez más cerca. Y aunque fue un cambio recurrente de Luis Enrique en toda la temporada, sabe que deberá buscar opciones en otras ligas si quiere seguir con su carrera profesional.
Por el momento, sólo le queda celebrar y esperar el mercado de verano para sentarse y analizar las opciones en puerta. Sin embargo, aún podría acumular dos trofeos más, pues el Barcelona jugará la final de la Champions League frente a la Juventus en Berlín y la Copa del Rey frente al Athletic Club.