Cuarenta años tuvieron que pasar para que Francia cambiara a la marca de las tres tiras por la de la palomita. Sin embargo los alemanes no se quedaron de brazos cruzados y empleando el ambush marketing le dieron un duro golpe a Nike que los estadounidenses no tomaron de la mejor manera.
Adidas, en pleno centro de París, destruyó el autobús que transportó a Francia durante el Mundial de Sudáfrica 2010, mismo en donde los galos tuvieron un torneo desastroso. El fondo de esto no fue desear un mejor campeonato al equipo de Deschamps, sino que los aficionados sigan relacionando a la Selección con la marca teutona. Ya comenzó el Mundial para las marcas y todo se vale.