Alejandro Faurlín, exjugador de Cruz Azul, ha encontrado una nueva pasión en el footvolley tras una breve y poco exitosa etapa en el fútbol mexicano. El argentino, que brilló en Inglaterra, ahora destaca en las playas españolas practicando este deporte emergente.
Llegó a Cruz Azul en 2019
Faurlín llegó a Cruz Azul en 2019 con una hoja de vida impresionante, incluyendo más de cinco temporadas en el Queens Park Rangers de Inglaterra. Sin embargo, su paso por La Máquina fue fugaz y poco memorable: apenas disputó cinco partidos, acumulando 240 minutos y un gol en contra.
Tras su salida de Cruz Azul, el mediocampista argentino decidió reinventarse. Lejos de abandonar el deporte, Faurlín encontró en el footvolley una nueva forma de mantener viva su pasión competitiva. Este deporte, que combina elementos del fútbol y el voleibol, se juega en la playa y ha capturado por completo la atención del exfutbolista.
Éxito fuera de las canchas
A pesar de su breve paso por el fútbol mexicano, Faurlín ha dejado una huella imborrable en Inglaterra. En 2023, fue incluido en el Salón de la Fama del Queens Park Rangers, un reconocimiento a su destacada carrera en el club londinense.
Ahora, radicado en España, Faurlín divide su tiempo entre el footvolley y diversos emprendimientos en turismo y gastronomía. A través de su cuenta de Instagram, comparte regularmente sus logros en este nuevo deporte, demostrando que hay vida después del fútbol profesional.
Recientemente, Faurlín celebró su primer podio en un torneo internacional de footvolley en 2024. En una emotiva publicación, expresó su gratitud por esta nueva etapa: “Este deporte me devolvió la pasión, el fuego y las ganas de competir. Me refresca factores y valores imprescindibles para lograr resultados en la vida”.
El argentino también aprovechó para agradecer a sus compañeros y al deporte mismo: “Gracias ‘futevolei’ por permitirme seguir conociendo gente linda y compartir ratos buenos que, en definitiva, es lo que cuenta”.
La historia de Alejandro Faurlín es un testimonio de resiliencia y adaptabilidad. De no rendir en Cruz Azul a convertirse en ídolo en Inglaterra y ahora brillar en el footvolley, Faurlín demuestra que siempre hay oportunidades para reinventarse y encontrar nuevas pasiones en el mundo del deporte.