Tras consumar su primera victoria al mando de la Selección Mexicana, Javier Aguirre cree que a su equipo le faltó ser más propositivo. Y aunque reconoció que la actitud de sus jugadores fue buena, espera que haya cambios en su próximo encuentro. Pues el objetivo principal es mejorar y poder ponerse cara a cara ante otros de los equipos poderosos a nivel mundial.
¿Indisciplinas les cerrará las puertas en el Tri con Javier Aguirre?
En conferencia de prensa posterior al partido México vs. Nueva Zelanda, primer amistoso que sostendrá en la Fecha FIFA del mes de septiembre. El seleccionador azteca habló de que desde su llegada al Tricolor no ha habido casos de indisciplina como se estuvo especulando en fechas recientes, apuntando que desde el 1 de agosto los jugadores han asumido su responsabilidad para poder representar a nuestro país.
“Llegué el 1 de agosto, fue mi primer día, y hasta hoy escucho eso de indisciplina, me he sentado con gente de la selección y nadie me ha referido nada. No sé, yo estaba acabando mi chamba en España, no sé de lo que me hablas (indisciplina), no heredó nada, ni bueno ni mala, y hasta hoy ninguno ha cometido una indisciplina, cero, por lo tanto no cuenta, nada”, indicó el estratega del Tricolor, ante los medios de comunicación.
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Aquí sus palabras:
Además, afirmó que es algo que tomará en cuenta de ahora en adelante sin tomar en cuenta los temas del pasado que no le constan cómo pasaron y que no pasó bajo su cargo. Por lo que, Javier Aguirre reiteró que ningún futbolista tiene cerradas las puertas de una convocatoria: “Conmigo hay cero indisciplinas, si hubo alguna falta al reglamento por parte de los jugadores en el pasado no me consta, yo solo tomo en cuanto lo que ocurra de ahora en adelante”.
Buscan recuperar la confianza de los aficionados mexicanos
Por otro lado, el “Vasco” aseguró que a su país nunca le puede decir que no en el ámbito futbolístico, sintiéndose privilegiado por estar de regreso en el banquillo tricolor y poder responder a la confianza de los aficionados. Pues lo más importante es poder darles una alegría y de esta manera recuperar su apoyo incondicional en cada duelo.
“El mensaje es claro en el aspecto anímico, darle a la gente lo que pide, que luchan y pelean. El mensaje era ese, más allá del resultado y del rival, ese no es posible que la afición se vaya triste a casa”.
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