Después de su contundente victoria sobre Jaime Munguía el pasado 4 de mayo en Las Vegas, Saúl “Canelo” Álvarez se encuentra nuevamente en la mira de los organismos rectores del boxeo. La FIB ordenó a Canelo defender sus títulos de 168 libras ante el retador cubano William Scull, quien ha ganado terreno.
La FIB ranqueó a Scull como el número uno de la división supermediana
De acuerdo con información revelada por el periodista especializado Michael Benson, la FIB ha ranqueado a Scull como el número uno de la división supermediana, lo que lo convierte en el retador obligatorio del monarca tapatío.
Canelo tiene un plazo de 28 días a partir de la orden para negociar con el equipo de Scull los detalles del combate y presentar las correspondientes ofertas económicas.
La aparición de Scull en el radar del Canelo no es casualidad. El púgil cubano tuvo una destacada actuación el pasado 4 de mayo, en la misma cartelera en la que Álvarez derrotó a Munguía. Minutos antes de que el mexicano pisara el ring del T-Mobile Arena, Scull se impuso por decisión unánime al estadounidense Sean Hemphill, manteniendo su récord invicto de 22 victorias, nueve de ellas por nocaut.
Canelo Álvarez ya ha rechazado peleas impuestas por los oragnismos
Esta no es la primera vez que el Canelo se enfrenta a una orden de pelea obligatoria. En el pasado, el mexicano ha rechazado enfrentamientos impuestos por los organismos, como el caso más sonado del “Mexican Monster” David Benavidez, retador obligatorio del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
¿Qué pasa si Canelo Álvarez no acepta pelear contra Scull?
Si Canelo rechaza pelear contra Scull, podría perder su título de la FIB, como sucedió en 2019 al no enfrentar a Derevyanchenko.
Ahora, el Canelo se encuentra ante una encrucijada. Por un lado, tiene la oportunidad de defender su reinado ante un retador que poco a poco ha ido escalando posiciones. Por otro, podría optar por rechazar la orden y enfocarse en otros desafíos más lucrativos o atractivos para su carrera.