Saúl Álvarez y Jaime Munguía nos regalaron una muestra de los que es el boxeo tricolor, caracterizado por su agresividad, aunque eso si, nos quedaron a deber el tan anhelado nocaut que ambos presumieron que eran capaces de lograr. Aunque el tijuanense hizo tambalear al pugilista tapatío a lo largo de la pelea. Pero al final Saúl se quedó con la victoria y con ello le quitó el invicto a a su rival con un contundente golpe que lo mandó a la lona en el cuarto asalto, golpe que cambio la historia en la contienda.
De esta manera Canelo Álvarez se mantiene como campeón absoluto de los supermedianos, destacando que esta es su cuarta defensa de los títulos del Consejo Mundial, Asociación Mundial, Organización Mundial y Federación Internacional de Boxeo, los cuales también la ganó por decisión unánime de los jueces que dieron en sus tarjetas: 117-110, 116- 111 y 115 y 112.
Jaime Munguía se llevó los primeros rounds demostrando que estaba ahí para hacer historia, pues Jaime, lució rápido e inteligente para lanzar combinaciones y de esta manera llevarse el primer round. El retador le perdió el respeto al tapatío y por momentos se vio superado con combinaciones rápidas al cuerpo y al rostro. Ya para el tercer episodio, Munguía apabulló nuevamente al pugilista jalisciense con combinaciones desde todos los ángulos para cerrar el asalto y llevarse la puntuación de los jueces.
Canelo reaccionó en el cuarto asalto
Pero en el cuarto, Álvarez reaccionó y en un contragolpeó magistralmente a Munguía, mando al tijuanense contra las cuerdas con un upper de derecha. De esta manera el retador terminó en la lona en los segundos del cuarto asalto, y de esta manera las ilusiones de la joven promesa del boxeo azteca se venía abajo, luciendo desconcertado y demostrando por que el tapatío es uno de los deportistas más exitosos de los últimos tiempos.
El campeón lució en control de la contienda y es consciente de que puede soportar el poder de Munguía, quien lució cansado al final del quinto round. El nocaut que prometió Saúl en el octavo round no llegó, por el contrario Jaime Munguía salió con la guardia bien puesta. Y con sus largos brazos largos mantuvo la distancia, para después volver a mostrar su pegada al campeón de la categoría, que sin duda fue algo determinante a lo largo de esta batalla.