Los escenarios del ChampValleyFest han abierto sus puertas una vez más. Las percusiones, el bajo y los coros vuelven a nuestros oídos, mientras millones abarrotan las ciudades sede para vivir la experiencia. Después de la exhibición de la semana anterior, nadie quiere quedarse fuera.
¿Escuchas las percusiones? Özil, Walcott, Giroud, Cazorla, Ramsey, encabezados por el orgullo chileno: Alexis Sánchez, llegaron al CVF y prometen devolverle a Inglaterra un poco del prestigio que ha perdido en los últimos años. Los fanáticos de Londres extrañan las noches de gloria musical que hace un par de ediciones abandonaron su suelo para encontrar el cobijo perfecto en España.
A pesar de sus grandes actuaciones en solitario, a los representantes ingleses les ha costado pisar con fuerza al compartir el escenario con estrellas mundiales. Mañana tendrán una nueva oportunidad y el Emirates podría ser testigo de un éxito abrumador con Dimitar Berbatov como retador y emblema de Mónaco, sede de la próxima noche de CVF. El Búlgaro arribará motivado, especialmente tras el aplaudido debut de los parisinos la semana anterior.
Nadie se atreve a dar por muerto de la escena al alemán Mesut Özil, que sin hacer mucho ruido puede apropiarse de las emociones y elevar la tensión con sus beats con influencia madrileña. Todos mueren por verle como en los viejos tiempos: valiente, conquistador, creativo y capaz animar hasta un funeral.
Su gran acompañante será Olivier Giroud, el francés, muy al estilo de vocalista de boy band: coqueto, arrasador, con un tono muy dulce y explosivo cuando la situación exige, quiere de una vez por todas convencer con su talento a quienes lo acusan de ser una estrella vacía.
No cualquiera puede presumir estar en la lista de elegidos del CVF, desaprovechar una noche podría significar la despedida de una edición que promete ser inolvidable. Las banderas ondean en las calles, se comienza a iluminar el camino, a los lejos inician las pruebas de sonido y las emociones despiertan… Todos son bienvenidos a la fastuosa fiesta europea.