Verano de 2015. Iker Casillas sale del Real Madrid y llega al Porto. Su suplente natural en el Real Madrid, David De Gea, es obligado a quedarse en el Manchester United. Momento duro para ambos. Días después Vicente Del Bosque los llama a la Selección Española. “Volvieron a la selección muy contentos. Lo peor para ellos habría sido que no los convocara”, revela.
La historia dice que con Vicente Del Bosque Iker se volvió un indiscutible en el Real Madrid. En España no pasó desapercibido y desde el Mundial de 2002 se volvió amo y señor de la portería. El entrenador procura “no mantener una línea de amistad” con sus jugadores. Sin embargo considera al arquero como “el más carismático de la Selección”. Se lo platica a El Confidencial.
“No soy excesivamente amigo de Casillas”, insiste. Igual recuerda cómo empezó en el Real Madrid. Viajaba desde Móstoles -su localidad de origen- hasta la sede de los entrenamientos blancos. Vicente lo veía seguido. Antes de ser el Director Técnico que heredó dos Ligas de Campeones se hizo cargo de las Fuerzas Básicas. Su silbato también sirvió para pulir a José María Gutiérrez Guti, una de las últimas perlas de la cantera merengue que pudo brillar con el Primer Equipo.
La cercana relación mantenida con su alma mater no es obstáculo a la hora de hacerse cargo de la Selección. Hace algunos años tuvo que mediar para que el conflicto Real Madrid vs Barcelona no afectara al resto del representativo. Él considera esta rivalidad como algo “mal entendido” que en ocasiones se reflejó en el vestuario. Por fortuna “sin llegar a afectarnos en la convivencia”.
Hoy hay conflictos públicos entre Álvaro Arbeloa, Gerard Piqué y Sergio Ramos. “Si lo creo oportuno, hablaré con ellos”, explica. En caso de que el problema afectara en el vestidor “tomaría medidas”. agrega.
Dicha situación puede deberse a la enemistad Cataluña-Castilla que recién vive un punto álgido. A Del Bosque le importa poco el origen de los futbolistas. Nunca se fijó en eso para llamar o no a un jugador. “Nadie elije su lugar de nacimiento”, expresa. Al mismo tiempo confiesa que desde que se hizo cargo del combinado sólo ha mantenido a seis elementos: Iker Casillas, Sergio Ramos, Andrés Iniesta, David Silva, Santi Cazorla y Cesc Fábregas. Todos se hicieron en distinto sitio.
Su edad tampoco influye a la hora de hacer la convocatoria. Confía en los que están y en los que llegarán. Es cuestionado por la Eurocopa de Francia, por si es vista como una revancha después del Mundial de Brasil. Lo niega. Hubo críticas duras. Se pidió su cabeza. Él no sabe si seguirá después del torneo. “Me encuentro con entusiasmo y muy a gusto en el puesto de seleccionador nacional.”, afirma. Igual “no quiero eternizarme”, añade. Eso dependerá de lo ocurrido en la competencia y de la charla con el Presidente de la Federación Española y el Secretario General.
Finalmente habla sobre el estilo puesto en práctica desde 2008 en el equipo. No teme que su sucesor ignore la línea marcada por él y por Luis Aragonés (QEPD). “Es algo que se ha implantado ya en el fútbol español”, sentencia.